Unos días en Gredos

Visita de cuatro días en los que con la ayuda y guía de Raúl Lora hemos estado escalando el magnífico granito de esta sierra.


Día 1. Jueves 6: deportiva, piedra de toque para ver cómo estamos.


Toca tomar decisiones para los próximos días así que vamos a ver cómo andamos. Raúl escoge la pared del Risco, primera parada, el Sector Sol.

El Croquis del sector


Empezamos con unos quintillos de placa técnica. Me toca un V+ para empezar, algo vertical al principio y más tumbados los dos tercios superiores. 

El V+ desde abajo

No se me da mal del todo pero mejorable. Llevo los talones altos y me tiemblan y además voy muy metido en mi metro cuadrado sin anticipar. Con todo llego a la reunión. Hacemos unas prácticas de maniobras y mejoras, que Raúl nos transmite con paciencia.

Bajada y nueva subida por un IV+ de diedro con friends. El objetivo es subir y si me sobra material, montar reunión con lo que me quede. Lo que me dió más trabajo fue dejar a cañón el totem rojo en la reunión. Parece que tardo un poco en montarla. Cuando Raúl llega, mira la reunión y me da el Ok, alivio…

Unas prácticas más de maniobras y nos bajamos para cambiar de sector. Nos vamos al sector Vivac y al del Diedro. Allí pruebo un 6B en top primero, mientras César y Valen se meten en un 6A+. 

El 6B montado

No se me da mal del todo el 6B. Creía que iría más petado pero llego bien a la reu. El paso del techo es un paso de fe, que me sale al primer intento después de mirármelo un poco. 

César en el 6A+

Me paso a la otra vía, más técnica, de garbancitos. Bajo y le digo a Raúl que esa la hago de primero. Al final resulta que me lío un poco con las manos en uno de los pasos y acabo agarrando la exprés para recolocar las manos. 

Finalmente Raúl me propone que él y yo nos metamos en una vía que acaban de abrir, un 6C de bloque, con un paso duro. Cuando me toca subir en top a probarla, al llegar al paso, me doy de bruces con la dura realidad: Paso duro, atlético, en el que no hay más que lo que se ve. Como dice Raúl, o lo haces o no, pero no hay que andarse con pruebas. 

Con algo de ayuda lo hago, sólo no salía… 

Así acabamos el primer día de escalada. 

Raúl ya nos ha cogido la aguja de marear a cada uno con lo que ya ha tomado sus decisiones para los próximos días, por un lado irá él con César en una cordada y Valen y yo en la otra. 


Día 2. Viernes 7: el Torozo, vía Pan con Membrillo, empieza la fiesta.

La tarde del jueves después de comer nos miramos la vía del día siguiente. Acordamos que me toca, ya no sé si lo escogí yo o qué, el largo duro/bonito del día, la fisura de 6A. Por un lado me siento bien y con fuerzas, pero por otro lado me pesa la presión y acabo escalando la fisura unas ocho veces esa noche y no pego ojo. 

Ahí tenéis la vía, croquis de Esferavertical, nosotros fuimos por el 6A de arriba, y empezamos por la izquierda, no hicimos el 6A inicial

Durante la aproximación voy hecho un mar de dudas y miedos. Cuando veo por primera vez la pared busco ansioso la fisura. Intuyo cual es y desde lejos se ve tiesa, muy tiesa. Un rato después descubrimos que no tenemos ni idea de por dónde va. Al final es una más fina que va a la derecha de la que pensábamos. Raúl me dice que no me deje sugestionar,… tarde, ¡estoy a tope de sugestión!.

Llegamos al pie de vía donde una cordada de tres nos precede. Nos metemos en ella. Los dos primeros largos vamos en paralelo las dos cordadas. Valen se hace el primer largo con una solvencia y dignidad que ya me gustaría para mí. Me toca el turno de hacer el primer largo en segundo, y descubro para mi sorpresa que voy muy bien. Fluyo sobre las placas tumbadas del primer largo con tranquilidad hasta que llego a la reunión. 

Me toca el turno, largo de IV+, algo tumbado, Empieza por una placa protegida por dos chapas y sigue por un canalizo que se dirige a la base de la parte en la que la pared se pone vertical. Llego sin mayores dificultades a la reunión. Me siento centrado y a tope y recupero a Valen. Mientras, la cordada que nos precede va a empezar el largo de la fisura de 6A.

Por abajo, Valen sale a reunirse con nuestros compañeros un poco más arriba. Va saliendo César en el tercer largo. Lo veo progresar por una fisura que en diagonal surca la pared. Más arriba, en la fisura vertical y clave de la vía, 6A, el primero de la cordada que nos precede va haciendo el primer tercio de la fisura. Es el tramo más vertical y fácil del largo. Desde donde me encuentro veo que van saliendo buenos pies, lo que me tranquiliza mucho. 

Ya estamos César, Valen y yo en la reunión que antecede al largo del día. Me siento seguro y tiro detrás de César. Raúl me ha dejado los friends puestos, por lo que iré en primero con esa ventaja y subo ligero sin material. Primer error, a medio camino Raúl le dice a César que yo vaya poniendo algún friend por el medio. Se sorprende cuando les digo que he subido pelado. Yo he confiado en Raúl y voy seguro de que haré el largo así. La primera mitad vertical la resuelvo bien. Estoy empezando la parte tumbada y más técnica y voy progresando bien y seguro. Suelo llevar el pie derecho en adherencia, pero aún así da mucha seguridad. Las manos en la fisura son todas buenas, a veces empotro pero sobre todo voy en oposición a la fisura, lo que me va dando mucha confianza. Cuando quedan unos cuatro metros hay un buen reposo, paro a descansar mientras comento con Raúl y César la jugada. Me pongo de nuevo a la tarea y en unos pasos más acabo el largo. Como diría después Raúl, me “desconecto” y me relajo. Tardo en asegurarme a la reu y ando algo despistado. Una regañina del jefe y vuelta al trabajo. Monto la cesta, grito reunión y empiezo a recuperar a Valen. 

César en primer plano, al fondo yo empezando a pelear la placa de arriba

El siguiente largo tiene una placa picante justo al salir, unos metros más verticales, y después ya se pone más fácil hasta el final de la vía. 

Acabando el largo del día


Llegamos todos a la repisa final, hacemos unas prácticas de cómo encordarnos en corto dado que haremos la trepada final así. Raúl nos explica como proceder y nos ponemos manos a la obra. Con tranquilidad y mucha concentración hacemos la trepada y destrepada hasta terreno seguro. El calor no perdona y sudamos bajando al coche. La terraza del hotel Galayos nos espera.

La mente no deja de jugar y ya está pensando en el día siguiente, el grande del viaje: Galayos.


Día 3, sábado 8: Galayos día grande del viaje. Oeste a la Aguja Negra.

Salimos bien tremprano, a las 5 y media. Entre el calor y que la vía que vamos a hacer es una de las clásicas y que es sábado,  hemos decidido que lo mejor es madrugar para entrar los primeros. Tenemos dos horas de aproximación con lo que la idea es estar a las 8 en el pie de vía.

Amanece llegando a Galayos

Decido que hoy voy a disfrutar por lo que no me meto presión. Haré los largos fáciles en primero, y trato de no mirar las paredes en el descenso para no sugestionarme. Resultado, llego un poco nervioso pero nada del otro mundo. Unos quince minutos más tarde de lo previsto estamos en posición preparándonos para escalar. Un inicio tieso con un paso aparentemente durillo nos espera. Saldré yo de primero, largo de IV+ galayero. Así que como nos dice Raúl hay que sumarle como mínimo medio grado más. 

Raúl llega fácilimente al primer paso, mete el Tótem morado y comenta, “vaya con el IV+, pero si estoy todo hacia atrás desplomado”… Y desaparece. 

Unos diez, quince minutos después que se hacen eternos en el pie de vía, grita reunión. Es el turno de César y el mío. Se supone que aunque vayamos en otra cordada el primero de la segunda irá pegado a César para no perder nada de tiempo y así no desviarnos navegando la roca.

Estamos en la reunión de fin del primer largo y la conclusión es clara, ¡vaya con los IV+ de Galayos!. Los tres hemos sufrido de lo lindo para resolver tres o cuatro pasos. Mientras voy haciendo los pasos duros del largo en primero pienso en lo que nos queda por arriba y alucino.

Segundo largo, una bonita placa técnica de V grado y 40 metros nos espera. La vamos resolviendo uno tras otro. Para mí, que soy el último en hacerla, me parece uno de los dos largos más bonitos de la vía y me quedo con ganas de haberlo hecho de primero. 

César llegando a la segunda reunión tras hacerse el segundo largo, abajo Valen y yo. Foto Raúl Lora

El tercer largo comienza tumbado. En el medio un giro a la derecha no deja ver la chimenea de la parte final. Como no he escalado nunca una chimenea le dejo el largo a Valen. Cuando me llega el turno me sorprende una visión vertical de la chimenea que no tengo muy claro como resolver. Me voy metiendo poco a poco y con sorpresa voy descubriendo que entre un par de pasos en oposición y algunas manos buenas, se va haciendo bastante bien. 

Valen, antes de girar a la derecha para meterse en la chimenea, tercer largo, arriba Raúl en la reunión

De nuevo tres en la reunión toca largo de IV y 60 metros, a tope de cuerda. No vamos muy rápidos César y yo, le sigo bien pegado a los pies. Algún paso de apretar pero lo recuerdo como una escalada muy contínua y disfrutona. 

Cuando llegamos a la reunión Raúl se queja de que pasa frío. Creo que vamos lentos para su gusto. 

Valen, asomando y llegando a la cuarta reunión

El último largo, el otro más bonito para mí, es un V vertical y difícil de navegar. Hay que ir con mucho cuidado de no perderse. Yo que lo hago el último voy con la ventaja de ir siguiendo la cuerda. Mientras escalo y recojo el material voy pensando en Raúl, diciendo que los ha visto más rápidos… No es el caso cuando. Nos hacemos unas fotos de los cuatro juntos y para abajo. Nos espera un pequeño tramo de destrepada con cuerda en corto y un par de rápeles. 

El primer rapel del descenso

Media hora más tarde estamos todos en terreno seguro. Comemos y bebemos, ordenamos el material y comenzamos las dos horas de pateadas hasta el coche. 

En el descenso Raúl me pregunta qué plan tenemos para mañana. Le contesto que no estaría mal acercarnos a Villarejo. 

Raúl me dice que dado que queremos salir temprano hacia casa y que necesitamos sombra, la opción más razonable sería la Maripaz, una vía algo fea en los largos de abajo pero con un par de largos muy bonitos por arriba. 

Decidimos que concretamos en la cena. Es sábado y se acercarán Luis y Vero, compañeros del viaje a Noruega en enero. Disfrutamos mucho de nuestra última cena en la terraza de la casa e incluso con algo de nostalgia por mi parte. Por un lado, tengo muchas ganas de estar en casa y por otro lado me doy cuenta del oasis de tranquilidad que hemos disfrutado estos días. 

Día 4, Domingo 9: Riscos de Villarejo, Norte Risco Gordo.

Aproximación corta, vías asequibles y remoloneo, ¿resultado?, mucho coche aparcado, tendremos compañía. 

Veinticinco minutos de aproximación nos ponen de  nuevo en el pie de vía. Descubrimos que no somos los únicos, una cordada ya está metida en la Maripaz. Además de otra en la vía de la izquierda cuyo nombre no recuerdo.

Raúl nos pregunta si tenemos un plan b… aparte de esperar debajo, lo cual no nos recomienda dado que podrían caer piedras. Finalmente nos propone hacer la Norte del Risco gordo, vía con dos 6A. No nos lo  pensamos mucho y nos vamos a por ello.

El croquis cogido del Blog Mis Terrores Favoritos

Como de costumbre estos días estamos ya en pie de vía preparándonos. El orden será el mismo, primero Raúl, César de segundo y yo de primero de nuestra cordada. Un largo de V nos hará calentar. Mi impresión es que tiene un paso de apretar en la placa de arriba pero vamos resolviendo uno tras otro con bastante solvencia. 

Segundo largo de transición que decido hacer yo en primero también. Así le cuadra a Valen algún largo bueno de escalar de primero antes de los dos de 6A que van seguidos. 

Sin novedades llegamos hasta la reunión desde la que se ve el largo de la chimenea. Cuando lo veo a primera vista alucino y me alegro de haberle dicho a Valen que vaya él en primero. Una vez me toca el turno de hacerlo, compruebo con alivio que voy muy bien y resuelvo en un mix entre lo que hizo César y Valen. Una vez salgo del techo que da comienzo a la chimenea, la cosa ya se pone más fácil. Unos pasos en oposición fáciles con buenos pies y manos dan paso a unos delicados pies en travesía a la izquierda. 

Cuarto largo, de 6A, es mi turno. En la reunión Valen se ofrece a hacerlo en primero, le digo que no, no quiero volverme a casa pensando en que me arrugué en toda la vía. Así que sin más, nos pasamos los trastos y salgo. Un primer paso encima de la reunión algo desplomado con unos bloques que no dan mucha confianza me ponen en ruta. 

Un poco más tarde, Raúl me pide que le avise cuando llegue al pitón y sobre todo al totem amarillo. Voy poniendo algún seguro intermedio pero en la mayor parte del largo me voy arreglando con lo que han dejado. Cuando llego al totem aviso a Raúl y sigo. Casi ni me he enterado del paso de 6A. Me parece este un largo más flojo que el de la chimenea. 

Esta vez tenemos un descenso más corto. Nos encontramos con algunas de las otras cordadas y Raúl nos comenta que hemos sido más eficientes, parece satisfecho. 

Hemos acabado nuestras escaladas en Gredos. Bajamos con cuidado y contentos. Se nota que hay ambiente en Villarejo ya que nos encontramos con varias cordadas. Finalmente Raúl comenta en broma que no es que no haya afición a escalar clásica, lo que no hay son aproximaciones cortas…



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