Foqueo en San Isidro

El Agujas con su manto invernal a tope


Antes de ponerme a escribir compruebo con sorpresa que la última entrada del blog es la del Urriellu, si me dicen que la siguiente entrada ya sería invernal no me lo creo… 

Había proyectos de roca preparados para meterles mano, pero entre una cosa y otra no se pudo. Ahora ya metidos en el puro invierno como quien dice, parece que van a dormir el sueño de los justos…

Subiendo a Cebolledo desde Salencias


Buff, pintaza, el día no puede empezar mejor

Me las prometo felices en los primeros metros de foqueo, por lo que voy viendo hay polvo. Y nada a la vista de la maldita costra… Polvo y polvo,… Puede ser un buen día de inicio de la temporada. 

Salgo foqueando desde el mismo coche, así da gusto


En el coche iba pensando en el silencio en la montaña invernal, y hasta había pensado en un inicio para esta entrada. Pero tal como empiezo a foquear y paso por al lado de los cañones encendidos me doy cuenta de que silencio poco. Para más inri una máquina pita dando marcha atrás… No, lo que es silencio y paz no es lo que hay… 

Unos vecinos de parking que van a subir andando...


Si mi plan inicial era subir por la azul para ir viendo cómo estaba finalmente me meto por la roja más pindia, los cañones me obligan. Y entre las dos rojas no me preguntéis por qué acabé subiendo por lo más vertical… Tampoco estaba tan difícil, sólo tenía que seguir una huella de media hora antes. La nieve se deja bien y se va haciendo huella buena para subir. Pruebo alguna Vuelta María y con satisfacción compruebo que más o menos me acuerdo de cómo van. Mejorables, pero para ser el primer día aprobado.


Tiro hacia Requejines, es salir del circo de Cebolledo y me encuentro sólo. Ahora sí, el silencio de la roca y nieve que viste la montaña me envuelve. Voy con mis pensamientos, ocupados en qué pasará con los primeros giros… 

Así me recibe el circo de Cebolledo

El veterano tirará a la derecha, yo como un Miura embestiré por la izquierda por el muro


Prácticamente llego a la altura del re-envío de Requejines. Donde se acaba la huella y quedan restos de un pis, a unos metros prudentes, me paro a hacer la transición. Ya no estoy sólo, un cohete me ha cogido, hace la transición en un par de minutos y empieza a bajar como si fuera una pista recién pisada. 

Hacia el re-envío de Riopinos

Y hacia Requejines


En mi caso no es así, entre una cosa y otra mi transición es bastante más tranquila. No me apuro, no hace frío, tampoco casi viento, y aunque se va cerrando el cielo, sé que lo importante es hacer las cosas bien. Ajusto bastones, fijaciones y botas para la bajada. Compruebo todo y llega el momento de la verdad. 

Aquí paré a hacer la primera transición


Primer giro a mi lado bueno… Regular, tiro al de derechas, pésimo… Parece que sea de los primeros días de esquí de mi vida, lo intento un par de veces más hasta que me paro a descansar y recomponerme. Un veterano que sube, se para y me comenta la jugada, “vas muy atrás”. Mi contestación no puede ser más patética… “Primeros giros de la temporada”… Me contesta con la ironía que da la experiencia que “puede que llegues abajo”… No me lo tomo a mal.


Sigo, no mejoro mucho, se alternan 3 giros malos y uno pasable, pero he pasado la mitad del muro e increíblemente no me he caído… Voy parando cada X giros dado que voy tan retrasado que mis cuadriceps gritan a punto de colapsar. 


Cada vez que salgo intento colocarme bien, pero a la que empiezo el primer giro las colas de mis esquís cobran vida propia y se encarrilan en la nieve haciendo que mis esfuerzos por mantener la posición se queden en nada. 


Poco muro queda cuando salgo totalmente descontrolado de un giro y esta vez sí, acabo en el suelo. Me levanto, me cuesta algo, dado que los cuarenta centímetros de nieve polvo hacen que el brazo me quede muy abajo para levantarme del todo… Sigo, hago algún giro más, malo… No puedo creerme lo que me está costando. Otros años el primer día no esquiaba tan mal. Trato de recordar otros días de polvo… Y en ninguno he esquiado tan mal…


Sigo casi hasta el inicio del remonte. Los últimos 200 metros son muy planos y no merecen la pena. Aún así siento que los esquís cuando se hunden en la nieve se encarrilan y se enganchan. Viendo a los demás me parece que a ellos no les pasa…


Finalmente cuando estoy subiendo me encuentro al “Veterano” que viene hacia mí. He sido el único que ha bajado hasta el remonte, le digo que no merece la pena, está muy plano y lento. Increíblemente lo convenzo, se da la vuelta, se pone a mi lado sin focas como puede y charlamos un rato.


No puedo evitar comentarle que “finalmente llegué abajo”… Se toma tan poco en serio mi comentario que ni me contesta. Cuando comentamos como está la nieve muy respetuosamente me comenta que hoy está difícil, que a todos les está costando, que está húmeda y enganchona. No me consuela mucho, ellos están esquiando mucho mejor que yo…

Los dos cohetes suben, yo aún tiraré hacia abajo al remonte


Mis huellas en la parte más plana y baja... Está mucho peor de lo que parece...


Subo, El cielo se va cerrando, mi “veterano colega” se ha parado a poner focas. Mientras otro con el que me pego mientras hacemos los primeros metros del muro de Requejines me comenta lo mismo, que la cosa está difícil. Subimos, por mi derecha al cohete se le ha juntado otro… Cuando me doy cuenta me pasan hacia arriba a la mitad del muro… Vamos todos hacia el mismo sitio… Dejamos Requejines para volver a Cebolledo. Unos, los más rápidos van a intentar acercarse a Riopinos… Otros, mejor dicho, otro, vuestro servidor, se conforma con bajar la azul de Cebolledo y después veremos… 


El cielo se cierra, hace un rato que ya no hay relieve, ¡¡¡ No todo iba a ser fácil!!!, el viento ha subido, y las nubes empiezan a ponerse cada vez más oscuras, no me gusta lo que veo… Se suponía que lo peor venía por la tarde… Me parece muy pronto para que se haya puesto tan feo. 


La máquina nos ha dejado todo hecho una mierda. Ha pasado, pero con las orugas… Lo ha dejado como si hubiera pasado un tractor… Llego al inicio de la azul de Cebolledo como puedo. Veo un par por delante que sufren para esquiar. 


Paro, me recompongo, para tener un poco de mejor visión me oriento hacia el Sol por decir algo… Si miro hacia la pendiente no hay nada de relieve, va a ser una esquiada a tientas… ¿Puede ser peor?… Si, ya veréis… 


Primeros giros en esta parte amable, la nieve no ayuda. Sin novedades, voy ganando metros hacia abajo como puedo. Horrorizado de cómo estoy esquiando. Alcanzo a los dos de delante que se han parado justo donde empieza el muro. No me lo puedo creer cuando me meto y oigo el característico ruido de los cantos rascando hielo… Los cañones han hecho su efecto… Tengo una maravillosa costra de medio centímetro encima del polvo húmedo… ¿Hay algo mejor?…


Miro la hora, me parece que son las 13:30 pienso en que va a volver a subir Rita la Cantadora. Que por hoy se ha acabado. Está empezando a nevar, el cielo ya es negro, y hay un inicio de niebla que no presagia nada bueno… Lo que era la segunda bajada del día se convierte en una huida desesperada… Reíros… Ya veréis ya…


Me meto en el puto muro, aunque hay costra va aguantando, los esquís no se encarrilan pero la costra cede y se quiebra. Por momentos no sé por dónde bajar. ¿Izquierda, derecha? ¿evito la costra metiéndome por detrás de las lanzas de los cañones? finalmente me dejo de zarandajas y tiro por el medio. Si os digo que es el momento del día en el que hago lo que parecen mis mejores giros… En la curva que da a la parte ya más fácil se me ocurre la idea de hacer unos giros en salto, ¡Y salen! con lo que soluciono dignamente esa parte difícil..


 Llego por fin a la parte suave, he salido del muro, esto tiene que ser divertido pienso…


Gran equivocación… Aquí la parte de la costra está tan irregular que al cuarto giro me caigo. Un puto infierno, sin relieve, irregular, cualquier tipo de nieve… Una odisea… Me meto en el carril tractorado que dejó la máquina, acabo bajando haciendo el giro en un sentido en cuña y en el otro derrapando… Sobrevivo… Llego abajo del todo… Unos snows bajan andando… Esto se ha acabado,… Ni por todo el oro del mundo vuelvo a subir…


Sorprendido veo que el parking está animado y que llega gente, miro la hora por curiosidad, ¡Son las 12:30!… Aún llego a casa para comer… 

Así queda el ambiente en el parking


Echo un vistazo a las Cascadas de Cebolledo, a la Norte del Toneo… Y mientras bajo hacia Salencias pienso en cómo ha ido el día… No os lo creeréis pero estoy contento…¡He empezado la temporada! 


Pero lo mejor de todo es que según recuerdo, se supone que viene otra nevada para esta semana que entra, con un poco de suerte repetiré el jueves o viernes… Peor no puede ser… ¿O sí?…


El Toneo









Comentarios

  1. Bueno, lo importante es que has disfrutado un poco y no te has lesionado, que viendo como estaba... igual ni tan mal, no?

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Diedro Esteras Almanzor

Apertura Amigo Moya, Peña los Llanos

Canalizos, Peña los Llanos