Cuando se rompe la fijación

No miento....

 

Como somos los Pepe Gotera y Otilio del tema montañero siempre, pero siempre, nos tiene que pasar algo… Y hoy no ha sido menos…Y mira que escalando “te somos” eficientes y rápidos…


Nos las prometíamos muy felices llegando a San Isidro. La carretera despejada, sitio para aparcar en Cebolledo, ¡llegando a media mañana! y unos cm de nieve nueva… El viento ya había parado, y parecía que las nubes abrían… ¡Qué mas se puede pedir!… ¿Un compañero para alegrar la mañana?… ¡Lo teníamos!, si es que hoy lo clavábamos… Reconocerlo, os morís de envidia leyendo esto…


De camino en el coche, le comento a Javi que me sorprendió mucho las muchas ganas que tenía de hacer cualquier cosa… Aunque fuera un foqueo por pistas,…Enseguida me di cuenta sin que le dé tiempo a responder por qué… El finde pasado en blanco y el que viene más de lo mismo… Los temas familiares le acosan… Pasar una mañana en mi compañía foqueando por pistas le suena a música celestial… Me sorprende saber que hay alguien más desesperado que yo. Que el sábado por la tarde en casa después de haber estado entrenando toda la mañana me moría de aburrimiento. La ilusión que me hizo tener que preparar todo para hoy…

El panorama desde Salencias hacia Cebolledo

Asoma el Toneo


Salimos muy rápidos del coche y más en ponernos a foquear. Empezamos por la “vuelta a casa” no está para esquiar pero para subir con las focas se va bien y nos ahorramos unos 200 metros de andar por el parking. Rápido giramos por detrás de la caseta más alta y nos separamos de la pista abierta. Enfilamos hacia la roja cerrada. Con sorpresa comprobamos que hay mucho hielo y poca nieve. Esta vez he sido precavido y me he traído “todo el arsenal”… Cuchillas, crampones, y piolo. ¡Si la cosa se pone jodida subo por dónde haga falta… Palabrita del niño Jesús!.

Desde donde aparcamos

En el mismo punto a la izquierda


Javi se sorprende de que me haya traído todo… Y me comenta que le gusta ir ligero… Le contesto que a mí también, pero que después de lo bien que me lo pasé por aquí negociando hielo la última vez… Que casi prefiero haberlo traído todo…


Seguimos por la roja solos… Un valiente se nos cruza un rato después bajando, va por el lado buscando polvo nuevo… De milagro no toca dos o tres veces con piedras… Nosotros seguimos subiendo buscando el “supuesto” polvo evitando hielo y más hielo. Por el momento no resbalo pero no me confío. Sin novedades llegamos al tramo de roja abierto. Nos toca subir por el lateral de la izquierda por el que se mete todo el mundo para catar unos cm de polvo. Por suerte el remonte se para en todo el rato que vamos por esa pista con lo que subimos muy tranquilos y sin nadie bajando. 

El aparcamiento desde la Vuelta a Casa

Hacia las Cascadas de Cebolledo

Y ya en la roja cerrada


Silla parada, y nosotros tranquilos, si es que no hay como organizar bien las cosas...

Giramos hacia Requejines. Hay algo de gente, están abiertas las dos verdes de arriba. Y delante del Bar el Rebeco hay las típicas aglomeraciones. Vemos unos metros delante a un par de “foqueadores” más. De los nuestros, no de los de Skimo con mallas y muchas prisas… Cuando llegamos al borde de la pista azul de Requejines, oportunamente cerrada para que los de las pieles podamos esquiar tranquilamente alcanzamos a la otra pareja. Unas palabras de cortesía, informe del que ya ha bajado por la azul y compartimos subida hasta el re-envío de la azul. 

Punto de la primera transición del día

Las vistas hacia abajo... Toda la pista para nosotros


Transición, en modo Pureta, sin prisas, que nosotros somos “traveseros alpinos”. No hay que eternizarse pero tampoco nos van a dar una medalla. Javi va con los nervios de la primera bajada de la temporada, ¡En Marzo! y yo estoy tranquilo pero con la dudilla de cómo irá el primer giro con el material de trave. Cada vez que me calzo estas botas echo más de menos las mías de pista. Se me va todo el pie a todas partes dentro de la bota y no me gusta nada la sensación. Además para notar que voy bien hacia delante me parece que tengo que irme mucho más adelante para sentir que tengo el peso en la “espinillera” de la bota… 


Pues no os lo vais a creer pero bajamos como motos, (para nuestro nivel y situación) lo petamos… Muy satisfechos nos vamos hasta la silla de abajo del todo. 


Nueva transición, la bajada ha sido muy buena, unos centímetros de polvo bueno arriba con alguna que otra placa de hielo en la mitad inferior del primer muro y el segundo muro totalmente helado pero con unos buenos cantos, esquiable perfectamente… Si pasamos nosotros…

En el re-envío de abajo...

Las vistas hacia arriba


¡Somos la satisfacción personificada! toda la tarde por delante, y buena nieve, estamos justo donde queremos estar… ¿Qué puede pasarnos?… Ilusos…


Subimos, esta vez por la roja de Requejines para ver si está esquiable. Mucho hielo por abajo, a la altura del primer muro una vez pasado el del cruce con la azul vemos que hay hielo también en este segundo muro. Vamos negociando como podemos… Javi delante y yo detrás obediente y cumpliduriño… Cuando Javi resbala hacia atrás, intenta evitar la caída, apoya las manos y se queda casi a cuatro patas… Parece que la cosa no pasa de ahí pero los esquís se le cruzan y le salta uno. 

Javi, en la roja de Requejines, en el que a partir de ahora es el muro de la tragedia


Como estoy por debajo a un metro le digo que me salgo, que subo unos metros y le espero arriba. Llego a la parte fácil. Miro hacia abajo y lo veo todavía en el mismo sitio. Me extraña que tarde tanto… Y entonces me da la buena noticia… ¡Se me ha roto la fijación!… Pienso que se le habrá soltado un tornillo o roto alguna pieza de plástico… Le digo que se descalce los esquís y que venga andando a ver qué pasa…


No me lo puedo creer, lo que se ha roto es el brazo metálico que sujeta el pin en el que insertas la bota… No hay arreglo posible… ¡Se nos ha acabado la tarde de trave!… Javi insiste en que me coja un forfait  de 4 horas y me haga unas bajadas o que suba o lo que sea… Le digo que ni de coña, que por lo menos haremos dos buenas bajadas y que no se preocupe… 


Analizando la situación, llegamos a la conclusión de que lo mejor es que siga subiendo andando hasta el re-envío. Y de ahí por la azul baje hasta la unión con Cebolledo. 

Así de buena estaba la nieve subiendo...


Javi no se para en el re-envío, yo hago la transición tranquilamente, tengo tiempo de sobra mientras él baja andando… Ninguno de los dos nos lo podemos creer todavía, como se puede romper esa pieza así… Si el golpe no fue nada fuerte… ¡Gracias a Dios que no se le rompió bajando!… 

Ahí se va...


Muy buena nieve en las pistas de Cebolledo, una pena que haya tan poco abierto porque está de dulce. No hace sol, pero se ve bien, no mucho relieve pero bien… Sigo pensando en cogerme el miércoles de vacaciones y venirme a petarlo… Que mañana caen unos centímetros…


Al mal tiempo buena cara!!!



Comentarios

Entradas populares de este blog

Diedro Esteras Almanzor

Longa da Moreira, Cabo Ortegal

Diedro del Linarugo, Prior