Garabulleando

El sector de abajo, hay que estar fuerte...


Es la primera vez que estoy en el Garabullo, aunque inicialmente no pensaba hacer una entrada del blog al finalizar la escalada me he dado cuenta que hay algunos detalles que me gustaría compartir. Creo que pueden ser interesantes para aquellos que nunca hayan escalado en esta escuela.

Antes de nada quiero agradecer el trabajo de los equipadores por la tremenda currada que se han metido. Sé lo que es esto y viendo la pared con detalle te das cuenta de lo mucho que se ha trabajado. Lo que no quita que con todo el respeto me atreva a hacer unas puntualizaciones, y quiero dejar claro que esta es mi opinión, tan válida como la de cualquiera.


La pared en la que he escalado es la del Ático. En la que se supone que están las vías más asequibles. Aspectos a tener en cuenta:


1.- Al loro con la parte inferior de las vías. Sobre todo los quintos. Si se va justo de grado, esto es haciendo 6A en primero y poco más, son quintos en los que los primeros chapajes tienen miga y hay que ir muy bien de cabeza. RECOMIENDO SUBIR CON CAÑA. Y empezar a escalar anclados a una chapa, el pie de vía está inclinado y en caso de caída del primero antes de chapar la primera chapa puede arrastrar al asegurador en la caída…


2.- Aún con caña, recomiendo chapar la segunda chapa. E incluso según la vía la tercera. Hay vías en las que chapando la segunda chapa se puede picar suelo, y alguna en la que chapando la tercera tampoco es que exageres. 


3.- En mi opinión los grados están “apretados” yo diría que los quintos son en realidad un par de 6A y que el 6A que está pegado a los quintos es en realidad como mínimo un 6B+. Aquí, de nuevo recuerdo que es mi opinión tras probar las vías. 


4.- Es cierto que con calor la cosa se pone imposible, es una escuela de otoño o primavera, en verano si es posible acercarse un día fresquito. 


5.- La roca es espectacular. Nada más que añadir. Garabullo Man tenía razón… Espero que no lea esto…La que me espera si se entera de que le doy la razón…


6.- Pero si hay un detalle por el que estos equipadores pasarán al Hall de la fama de los equipadores es por haber retomado la sana costumbre de dejar en el bar más cercano una colección de croquis rigurosamente actualizados. Además de unas cuantas hojas extras para anotaciones de los escaladores que se acerquen, ¡unos putos héroes!.

La pared en la que íbamos a escalar...


El relato


Por más vueltas que le dé me doy cuenta de que no tengo escapatoria… Se suponía que este finde tenía tiempo para ir de nuevo a Galayos… Garabullo Man lleva desde el martes tirándome la caña preguntando qué hago este finde, que va hacer bueno para el Garabullo…¡Y tanto qué va a hacer bueno!.


Rezo, los de Galayos andan con dudas, y mi arma secreta para ir falla. Es miércoles y con todo el dolor de mi corazón digo que sí, que no se preocupe que si la meteo lo permite, (esto es importante como veréis más adelante)… el domingo nos acercamos a hacer deportiva al Garabullo. 


Siendo sincero he de reconocer que lo de hacer unas horas de coche para hacer deportiva no me motiva en absoluto, sobre todo con lo que tenemos en “casa”, peroooooo,… El Garabullo tiene algo que me seduce, y no es la de veces que Garabullo Man me ha dicho que es la crema de la escalada para él… Lo que hace tan seductor el acercarme es que la roca es arenisca. Un tipo de roca de la que me han hablado maravillas, y todavía no he catado. 


El sábado pregunta Garabullo Man qué a qué hora quedamos… Yo inocente digo que a las 9,… Nanai, a las 8. Que hay que aprovechar el día, El hombre tiene sus planes, así que ni rechisto y a eso de las 8 pasadas un par de minutos llego al punto de encuentro. Todo al coche y camino de la roca prometida. 


Dos horas después aparcamos en el último punto civilizado antes de bajar hacia nuestro destino en las laderas bañadas por el Miño. Toca parada estratégica, café y baño. Ahora entiendo lo de las prisas por salir, vamos en plan señores… Supongo que a la vuelta tocará parada de cerveza de la victoria…


No estoy muy atento a la conversación de Garabullo Man con el del bar cuando éste último le pregunta que si vamos a bajar a escalar… Le comenta a Garabullo Man que vamos a pasar calor por allá abajo… No sé por qué, mi “compañero” olvidará comentarme este pequeño detalle hasta muy entrado el día. Yo he mirado la meteo y he visto que dan 25 grados… Me parecen muchos grados para unas paredes que como me ha dicho en incontables veces Garabullo Man, (cuando habla le escucho) están hacia al sur y se convierten en un verdadero horno, pero no sé por qué hoy ese detalle no tiene ninguna importancia…


Arrancamos, yo ingenuo intuyo un cielo plomizo mientras descendemos por las últimas curvas hacia el arrimadero a pie de pared. 


No os lo he dicho pero una de las características que hacen tan adorable el Garabullo para mi compañero es la “inexistente” aproximación, cinco minutos contados. Bueno, puede que haya alguna pared en la que la terrible aproximación se vaya hasta los 10 minutos…Aproximación que mi “compañero” evita como si de sarna se tratara… 


Aparcamos, como es de esperar dadas las previsiones estamos solos, pero bien solos. Arrancamos a andar y Garabullo Man descubre que por primera vez es él quien enseña un sector al otro. Con paciencia y toda la ilusión del mundo me va describiendo paredes y vías. Llegamos a su idea para hoy. Una vía de dos largos de 6B en el primero y 6A en el segundo. 


Como tenemos todo el día por delante yo ingenuo le digo que si tal hacemos un quintillo y un 6A para ver cómo va la pared y calentar y que después bajamos a hacer la vía esta. Acabo de reventarle el día, y desolado confiesa que se imaginaba que no se libraría de acercarse al Ático, el sector en el descansa una placa con variedad de amables grados. Pero que resulta que es el sector de la terrible aproximación. 

Y la placa del Ático en la que acabamos friendo nuestros delicados Popeyes...


Ni me he enterado cuando Garabullo Man tira la mochila al suelo y dice que ¡ya estamos!. 

Empieza a señalar químicos y chapas mientras recita grados. Sin mucha dilación nos preparamos y con toda la curiosidad e ilusión del mundo me meto en el primero de los quintos. Escalada física, detalle que no recuerdo hasta que me meto. No soy capaz de hacer ninguna de las vías sin colgarme por lo menos un par de veces. El codo izquierdo se resiente y me recuerda que lo trate bien. Pero las vías son superbonitas, disfruto como un enano y la roca es la caña. 


Corre la brisa, todavía es temprano y alguna nube se alía con nosotros, pero la felicidad dura poco en la casa del pobre, no hemos acabado la segunda vía y el sol calienta la roca sin piedad. 

Arrastrándome, para qué negarlo...


Al final me toca arrastrarme por el supuesto 6A en yoyo, y poco más. Garabullo Man la encadenará sudando, y nunca mejor dicho. Hoy la escalada da para poco más que contar. Como somos unos enfermos damos un paseo para “ver” cosas. Empieza el recital de fotos, de sueños, se despierta la curiosidad, y alguna idea empieza a tomar forma en nuestras mentes calenturientas.


Alguno pone fechas, otro más prudente piensa en que primero hay que venir con el tele… Pero lo que tengo claro es que hay que volver… Que siempre merecerá la pena… Mal que me pese reconocérselo a Garabullo Man. 


Garabullo Man en su salsa...






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