Diedro Ana-María, Mustallar, Ancares

Croquis original dibujado por los aperturistas

Y en foto, como a vosotros os gusta.

120 metros, 6A+ en libre

Vía abierta el 4 de agosto del 73 por la cordada Antonio Dourado y Santiago Suárez. Dos años más tarde uno de los aperturistas, Santiago Suárez acompañado de Ana Delgado, Carlos Marti y José L. Rodríguez hacen la primera repetición de la vía. 

Durante este tiempo, casi 50 años, parece que la vía cae en el olvido. Rastreando internet aparece el pdf con la reseña técnica y el croquis dibujado en su momento por los aperturistas.  

También hay alguna mención al diedro en un hilo de Foropicos que trata sobre todo del corredor invernal del Calello. Pero desde 2010 sin rastro de la vía en internet. En alguno de los mensajes se menciona que incluso se hizo alguna invernal a la vía. Pero hace ya mucho tiempo y sin información concreta.

Comenzamos la aproximación desde Piornedo, lado gallego. Todo muy evidente hasta llegar al collado que separa el Pena Longa del Mustallar. A continuación se comienza a subir la pala final del Mustallar, llegando a la parte superior del pedrero cruzamos la verja, y nos desviamos a la izquierda por el espolón que se opone a la pared. Desde ahí las vistas de la vía y de la pared son perfectas. En nuestro caso, para descender al inicio de la vía optamos por bajar este espolón hasta su extremo norte. Vamos viendo que a medida que bajamos van apareciendo repisas desde las que se intuyen accesos al centro del corredor del Calello. 

Creo recordar que es la 5ª o 6ª repisa en la que nosotros hicimos el descenso hacia el corredor por unas terrazas a la derecha de la repisa bastante francas que nos dejan en el corredor entre la R0 y la R1 del croquis original. Una vez en el centro del corredor cruzamos al otro lado bajando por el lado de la vía por hierba y rocas hasta el pie de vía. 

Nosotros dividimos la actividad en dos días. Llegamos a Piornedo sobre las 3 de la tarde para que nos diera tiempo a ver la vía con luz tranquilamente, dado que no disponíamos de información reciente ni muy detallada de la vía. Dormimos en cumbre e hicimos la vía la mañana del domingo. Podría hacerse la actividad en el día madrugando sin problemas. En nuestro caso tardamos unas 3 horas en hacer la vía en tres largos y no en 5 largos como los aperturistas. 

Reseña técnica actualizada. 

En nuestro caso unimos los dos primeros largos originales, hicimos el tercero original y de nuevo unimos los dos finales. De todas maneras hago la reseña técnica con el reparto original de 5 largos.

Primer largo , IV+ original (III nosotros con el desvío final a la derecha). 10-12 metros

No fuimos capaces de ver el punto rojo que marcaba el inicio de la vía. Ni de meter nada para montar R0. Placa tumbada por lo más negro de la pared y dejando la hierba a la derecha. Aunque los aperturistas fueron bastante recto se pueden escaquear los bloques finales desplomados de antes de la repisa de la primera reunión original por la derecha. Todavía está el clavo original dos metros antes de la reunión. Largo en el que sólo metimos un friend. Tramo delicado por el estado de la roca.

Segundo largo, V original (IV+ en nuestra opinión) 20 metros.

Unos metros a la izquierda de donde salimos a la repisa, comienza un diedro de unos 4 metros. Se inicia la escalada por el diedro, se protege en el techo y en vez de salir por el techo salimos lateralmente a lo tumbado de la izquierda. Unos 3-4 metros por encima del diedro en lo más negro y vertical veremos el clavo que protege el paso del largo. Seguimos unos metros hasta la evidente repisa de la segunda reunión original. Tramo delicado por el estado de la roca. En la reunión nos encontramos con un clavo, con un trozo de cuerda (primera sorpresa del día) que lo une a un puente de roca en la base de la repisa. 

Tercer largo, IV original, (IV en nuestra opinión) 30 metros

Se sale un par de metros recto desde la reunión, para a continuación ir haciendo travesía vertical ascendente a la izquierda evitando el ligero desplome que nos corta la visión del resto de la vía. Un clavo justo antes del desplome y a un par de metros a la izquierda de la vertical de la reunión es el único seguro en este tramo. Se puede reforzar con algún friend. Una vez pasado el desplome vamos al diedro, buenas posibilidades de proteger. El resto hasta la vira de la reunión evitando la hierba. Segunda sorpresa del día, Reunión con parabolts, anillas y un cordino morado reciente uniéndolas. Un par de metros encima un clavo de lo que suponemos era la reunión original. 

Cuarto largo, V original, (V+ en nuestra opinión) 20 metros

Recto siguiendo el diedro, un primer paso duro a unos 6 metros, protegido con un clavo con un cordino morado (tercera sorpresa del día). Un siguiente paso de pensar antes de entrar a pared de la derecha en la que hay una buena repisa debajo del techo que marca el paso de la vía. 

Quinto largo, artificial 1 original, (6A+ en nuestra opinión en libre) 30 metros

Se sale siguiendo la línea de clavos para pasar los dos techos por el medio. Tal como se ponen los pies en los techos, travesia muy delicada a la izquierda para volver a la línea del diedro donde hay una repisilla muy buena para descansar. Seguir por el diedro hasta que en la salida final lo mejor es hacer una pequeña travesía de pies a la derecha un metro o dos ya agarrando la hierba y salir. Quedan 10 metros de hierba hasta la siguiente sorpresa del día, una reunión de spits algo vetusta y dos parabolts con anillas 20 cm más arriba.  El resto caminando por la hierba hacia la cumbre. 

El relato.

Cuando empecé el curso de montaña del Club Fluvial de Lugo hace siete años, recuerdo que tuvimos que esperar a llevar mes y medio de curso para hacer la primera salida al Tres Bispos en Ancares, estaríamos en abril. Empezando a andar me emparejé un rato con uno de los monitores. Recordaré toda mi vida una frase, ¡Baaah, los Ancares son aburridos!. Yo todo ingenuo me atreví a preguntarle qué por qué… Ni siquiera recuerdo la contestación, pero sí que me quedé con algo, ¿aburridos? no me lo podía creer,… 

Durante estos años he tenido siempre los Ancares en el radar, buscando esos rincones ocultos que puedan ofrecer esa diversión perdida. No he conseguido ver las condiciones, o eso me parece para animarme a acercarme en invierno, pero poco a poco he ido recopilando información. Para ese invierno en el que intuya que puede que sí. 

Volviendo al tema de la posible información, una de las gratas sorpresas fue el libro de Adrados de Escaladas selectas invernales, justo en las últimas páginas se reseñan las cascadas de hielo de la nordeste del Cuiña… En internet de casualidad encuentro información del corredor del Mustallar… y se me van ocurriendo algunas ideas por el camino que hay que investigar. Así que imaginaros como me puse cuando…

Hace unas semanas quedé con Iván para escalar en Prior. Había que esperar a que acabase el Tour, pero no pasaba nada, hacía calor, y así daba tiempo a hacer cosillas. En una de esas charlas casuales de pie de vía, como suelen surgir muchas cosas, Iván me comentó que tenía en mente ir a hacer en solitario una vía de clásica en el Mustallar. 

-¿Cómo, en el Mustallar?. Pregunto alucinado. 

-Si, hay una vía de 5 largos, unos 150 metros. No hay mucha información pero bueno estaba pensando en ir un día de estos a hacerla. 

Sin pensármelo ni un segundo e intentando que no se me note mucho el vuelco que me ha dado el corazón le digo que si tal, ¡que yo me apunto!, pero bueno que si quiere hacerla en solitario…

Para mi sorpresa responde que podría ser, que lo vamos hablando y entonces con más detalle me comenta que no se sabe mucho de la vía. Que se abrió hace 50 años y que parece que hace tiempo que no se hace.

Yo salivo de envidia, no se me ocurre una aventurilla mejor en Galicia. Ir a redescubrir una vía olvidada sin mucha información disponible.

Ese día al llegar a casa no puedo evitar ponerme a buscar en internet todo sobre esa vía fantasma. No encuentro nada más que lo que me había mencionado Iván. Lo cual me intriga cada vez más y el halo de misterio que envuelve a la vía me atrapa. Pienso incluso en acercarme un día con la cámara y el tele a hacerle unas fotos…

Pasan los días sin noticias del tema, hasta que esta semana me llega un mensaje de Iván preguntándome qué cómo lo tengo este fin de semana (30-31 de julio) para ir. 

Miro el calendario y me doy cuenta de que justo el sábado por la mañana tengo un tema médico a las diez, ¡mierda!. Con el corazón en un puño le contesto que podría hacerlo saliendo el sábado al mediodía… Para escalar el domingo… Me pongo cardiaco… 

Me contesta que por él no hay problema. ¡¡¡¡Síiii!!!!!!

Nos ponemos manos a la obra a organizarnos, perfilamos el tema de horarios, lo que lleva cada uno. La meteo nos da un buen susto… Se prevén veintimuchos grados para la tarde del sábado, una noche casi tropical y de nuevo el domingo más de 30 grados en Piornedo… Dudo, se lo comento a Iván y me contesta que hay alguna previ más fresca… Pero no mucho… ¡Qué no se diga! ¡Nos vamos a hacer el diedro Ana María al Mustallar!. Aventura de la buena, de la que no queda. La otra opción es ir al K2 ha hacer cola en el Cuello de Botella… ¡Está claro cuál escoger!.

Preparando mochilas en Piornedo

Piornedo, pasan las 3 de la tarde del sábado. Cae el sol a plomo. Aparcamos a la altura del hostal. Buscamos como podemos algo de sombra para hacer el reparto de la ferretería y preparar las mochilas. Un buen surtido de friends van apareciendo, cintas, fisureros y resto de cacharreria varia. 

Salimos hacia arriba, no sin antes hacer una escala técnica en la Cantina del Mustallar, es pronto y tampoco tiene mucho sentido apurarnos. En unas dos horas y media deberíamos estar en la cumbre. 

Cuando llevamos veinte minutos andando estoy ya todo pegajoso, y pienso seriamente en parar. Aunque corre algo de brisa los casi 30 grados nos machacan. Vamos parando poco a poco buscando sombra y cogiendo agua fresca allá donde la encontramos. Alucino con lo que me pesa la mochila, aparte de lo habitual para una vía de clásica llevo un bocadillo para la cena, el saco, la esterilla y las dos botellas de agua. No entiendo como me puede costar tanto. 

Vistas desde el collado con el Pena Longa, se ve la parte superior del diedro

Siguiendo a Iván, al que parece que la mochila no le pesa, llegamos al collado. Hace un rato que se ve la parte superior del diedro, bien vertical y lisa, surcada por aparentes fisuras horizontales. Una buena brisa nos recibe en el collado mientras esperamos a que llegue Belén para empezar los tres juntos la última rampa a la cima. 

Por fin llegamos a la altura del pedrero. Dejamos las mochilas. Cojo el móvil y el monóculo y bajamos con cuidado por la arista inspeccionando las sucesivas terrazas que bajan al centro del corredor. Mientras vamos ojeando la pared ávidos por ver la línea hasta que la localizamos. Como todavía estamos algo a la izquierda, la pared derecha del diedro nos oculta la intersección de las dos paredes. Seguimos hacia abajo. Fortuitamente resulta que la repisa final es la que tiene las mejores vistas y además la bajada aparentemente más asequible al pie de vía.

La pared, tal como nos recibió por la tarde

Iván echándole un vistazo a la pared

Como dos niños con zapatos nuevos localizamos la vía en la pared. Si el diedro es evidente el recorrido de los tres primeros largos es algo más escurridizo.

Fotos, comentarios, ¡mira eso!, ¡allí parece que…! Y un vistazo con calma con el monóculo nos dejan bastante tranquilos con la faena del día siguiente. Pero aún nos quedaba una pequeña sorpresa. Acabando el reconocimiento me dice Iván que en la segunda reunión hay un cordino naranja colgando… Miro, miro, busco y finalmente lo veo. Es raro porque hace algo de viento pero el cordino está totalmente recto y no se mueve… No sería la última sorpresa que nos daría la vía ese día…

El diedro desde arriba al atardecer

Decidimos bajar a ver qué tal es la bajada por las terrazas de la derecha. Comprobamos con satisfacción que es factible. ¡Todo listo para el día siguiente!.

Subiendo al vivac, hemos dejado el material técnico escondido

Subimos a cumbre, hace algo de viento del oeste, el mar de nubes ha cubierto prácticamente todo el lado gallego. Por Ponferrada en cambio no se ven nubes. Nos ponemos a buscar un sitio tapado del viento para vivaquear. Iván se va hacia el lado más norte mientras que Belén y yo buscamos hacia el sur. Cuando finalmente Iván se viene hacia nosotros no puede esperar a decirme que lo que ha encontrado encima del diedro. En un bloque una reunión con anillas y otra de spits más vieja. Alucino… Así que parece que la vía no está tan olvidada como parece… 

las vistas desde el vivac

Nos acercamos a ver los últimos rayos de sol

El apartamento con vistas

Preparándonos para pasar la noche

Últimos rayos sobre el lado gallego con el mar de nubes

La temperatura es buena, aún así nos preparamos para pasar la noche. Cenamos, disfrutamos de la noche estrellada, cada estrella fugaz como un regalo, y los ruidos de los aviones alterando el silencio. 

Amanece, no ha hecho frío, teniendo en cuenta que hemos dormido a más de 1.900 metros. Desayunamos, hace fresquito, recogemos y empezamos a bajar hacia el punto en el que dejamos el material para hacer la vía. 

Intercambio de mochilas, nos ponemos el arnés y al lío. Mientras Iván desciende al pie de vía con decisión y rapidez yo voy un poco más cauto, soy especialista en la caída tonta del día, así que mejor lento que liarla. En apenas unos minutos estamos en el pie de vía. 

Acabando de llegar al centro del corredor

La línea azul es la ruta de descenso que escogimos desde el hombro

Ya he decidido que hago los dos primeros largos en primero y dejo a Iván todo el diedro para que lo disfrute a gusto. Es su proyecto así que lo mejor para él. 

Preparándonos para empezar a escalar, qué momento más bueno

Intentando meter el primer y único friend del primer largo original

unos metros más arriba

Buscando el famoso clavo original 

Salgo, primeros pasos por roca revestida de liquen negro, apenas tres metros iniciada la escalada consigo poner un friend. Sigo por la placa tumbada con abundancia de pies y manos y una escandalosa ausencia de posibilidades para meter algo. Lo intento con un fisurero que como es costumbre acaba bajando por la cuerda hasta el friend. Un poco antes de la reunión veo el clavo a dos metros a mi izquierda, no nos hemos complicado y he ido yendo ligeramente en diagonal a la derecha evitando el desplome. Hago los dos metros de travesía a la izquierda para proteger usando el clavo original y de nuevo me voy a la derecha para subir a la repisa. 

Tengo dudas de si montar reu o seguir. No sé si las cuerdas me la liarán. Animado por Iván desde abajo decido seguir y unir los dos largos. Me meto en el diedro, más vertical y con menos pies de lo que parecía desde abajo. Coloco el Totem naranja en el techo que cierra el diedro y sin subir más me cuelo a la izquierda en lo roto que sube tumbado hasta la reu. Voy con mucho cuidado y con calma, ya llevo un par de sustos, quedándome con algo en la mano o moviéndose. Sobre todo me preocupan los pies. Miro hacia arriba, intuyo que hay un paso, se pone algo vertical de nuevo, pero me parece que hay buen canto. No tanto los pies. Y entonces aparece, el clavo que se supone protege el paso de V del largo. Limpio un poco alrededor del clavo meto la cinta y hago el paso, no difícil, pero delicado, llamando siempre a casa antes de fiarse. 

Entrando al diedro del segundo largo original

Negociando el diedro

Ya fuera hacia el paso del largo

La unión de los dos primeros largos originales

Sale Iván desde la R0

Iván saliendo del diedro

Iván a punto de hacer el paso

Así está el clavo del paso de la foto anterior después de 50 años

Hasta la reunión, sólo dos preocupaciones, las cuerdas empiezan a tirar y por otro lado hay que evitar lo más roto por lo más sano pero tampoco es tan fácil. Llegando a la reunión me doy cuenta de que he chapado las cuerdas todo el rato en gemelas… Despistes de uno. Me he quedado sin cintas al final, no  me di cuenta y sólo cogí 7. He tenido que prolongar un par de veces con lo que me he quedado justo. Como tenía una más por ahí también la usé. 

En la reunión me encuentro con el montaje. Al final es una cuerda y no un cordino lo que cuelga de un clavo y va hasta un bloque con un puente de roca. Meto un mosquetón en el aro de la cuerda que cuelga del clavo, el Totem Negro reforzando a 40 cm, me aseguro y grito reunión. Estoy todo pegajoso. Aunque a la pared casi no le da el sol, ya hace calor y a mí sí que me ha dado el sol. 

Iván llegando a la R1

Detalle de la R1, no era un cordino sino una cuerda

Los dos en la R1

Detalle de los dos en la R1, Iván a punto de salir

Llega Ivan, que tranquilamente se ha hecho los dos primeros largos en zapatillas. Intercambio de material, se calza los gatos y al lío. Va haciendo, cuando lleva unos 4 metros y busca en una aparente buena fisura vertical para ver si mete algo. Al final resulta que no es buena. Sigue  hacia arriba hasta que ve un clavo de los originales, lo chapa y lo refuerza justo al lado con un Z4, o eso creo.  

Empezando el segundo largo

Mismo momento

Se va a la izquierda del todo evitando el desplome y lo pierdo de vista hasta que grita reunión. Como es habitual no hay nada peor en la escalada que esos ratos en los que estás de segundo en la reunión y no ves al primero. 

Uno abajo en la R1, y el otro arriba en la R2, el tercer largo original

¡Libre!, grito yo desde abajo, no me oye bien y tengo que repetirlo. Si en el primer largo escaqueando por la derecha me parecía que el grado estaría en el III. En el segundo, el paso yo lo dejaría en IV+ y no V. En este largo estoy de acuerdo con el grado, dejándolo en IV. Quizá lo que da más que pensar en este tercer largo es la mitad superior en la que tienes que ir evitando la hierba. Una vez que se pasa el desplome se protege razonablemente bien. 

Yo saliendo en el segundo largo

Llegando a la segunda reunión

Cuando estoy llegando a la reunión Iván me indica lo evidente, una flamante reunión con dos parabolts y anillas en paralelo. Un poco más arriba un parabolt a medio meter y algo doblado. Un cordino morado bastante nuevo une las dos anillas… No entendemos nada… Dudamos si han escalado la vía recientemente o si la han rapelado para prepararla. Lo que tenemos claro es que con esta reunión toda la vía es rapelable. Pero el estado de la vía hasta ahora no indica que la hayan escalado. El cordino uniendo las dos anillas en paralelo sugiere que se rapeló la vía pero la sensación que tenemos es que alguien vino a prepararse la vía pero que no la ha escalado… Aunque aún nos espera alguna sorpresa más… No vaya a ser…

La R1, una de las sorpresas del día

Y viene la fiesta, el último largo. El más aéreo y vertical. Según los aperturistas nos quedan 40 metros de escalada vertical y después el tramo de hierba hasta el bloque. Sale Iván, localiza el primer clavo un par de metros por encima de la reu. Hay una cinta vieja todavía en el clavo, con lo que intenta cortarla. Con el tiempo se ha quedado atascada en la pared. 

Iván montando en la R1

Los dos en la R1 preparando a Iván para salir

Sigue, veo como va haciendo por los primeros pasos tumbados sin dificultad. Justo cuando empieza lo vertical ligeramente desplomado se para. Veo que prueba, mira, remira, se coloca, y se recoloca, parece que la cosa se va a poner durilla. Finalmente no sé como pasa. Hace unos 3 o 4 metros más, mete algo a la izquierda y de nuevo surgen dudas para hacer el paso que lleva a la repisa del techo. 

Ya pasado el primer paso del largo, el del cordino morado

He dejado de verlo, se ha metido en el nicho que hay en la pared de la derecha del diedro por encima de mí. Me grita que está en el techo. Me estiro a la izquierda y veo su casco naranja asomando por debajo de un pequeño diedro que sube en paralelo al principal a un metro. Empiezo a dudar de si irá por ahí la vía. Pero finalmente vuelve al principal. Se gira y me dice que vaya cogiendo aire para el paso del techo. Me deja un estribo colgado de la cuerda en el último seguro y ya con más aire va haciendo los pasos de V/V+ finales hasta llegar al final. Creo que le ha llevado unos 40 minutos. 

Acabando, apunto de salir a la hierba

De nuevo grita reunión y me toca salir. Los primeros metros aunque tumbados tienen su cosilla, me parece que he salido muy relajado y me lío nada más salir con alguna mano y pie. Me acerco al inicio de lo vertical y alucino con la nueva sorpresa, de un clavo de los originales cuelga un reluciente cordino morado. ¡No entiendo nada!.

Recojo la cinta y me dispongo a hacer el paso. A pesar de que Iván ya me avisó de que había una mano escondida en la hierba que era crítica para hacerlo, me empeño en no encontrarla quedándome con los pies en adherencia, en un ligero desplome con las manos a la altura de las rodillas y nada por arriba de lo que tirar… Uy, uy, uy… Acabo cayéndome lentamente mientras las cuerdas se estiran como gomas. ¡Toca pensar!, por algo Iván se paró tanto. Busco en la hierba, no veo nada,… Así que ya que estoy en yoyo voy a hacer el paso a lo bruto. Sale. 

Sigo y donde Iván se paró un rato para resolver el paso de entrada al nicho del techo yo lo veo bastante claro recto a la repisa. Evito en todo lo que puedo la hierba y me veo en el nicho. 

He llegado al paso de la vía. Está cosido a clavos, cuento unos 5-6, no me parece un paso terrible la verdad. Dos techitos que se abren en el medio. Al final lo más delicado es sacar todo lo que hay, (de hecho acabo colgándome de uno de los seguros para hacerlo más cómodo) y recogerlo decentemente en el arnés y sobre todo la delicadísima travesía a la izquierda un par de metros hasta volver a la franca repisa en el diedro. En esta travesía estás agrupado, de manera que las manos desploman y mucho de lo que tocas tiene una pinta frágil que asusta. Una de las que toco se rompe ligeramente en mis manos pero se queda en el sitio. Busco como puedo y finalmente llego a la repisa. 

Cojo aire, me miro con calma lo de arriba y tiro. ¡Sólo quedan diez metros!.

Pero qué diez metros, verticales, aéreos y lisos, muy lisos. En uno de los pasos me paro de nuevo, no consigo poner un pie bueno. Me toca ir en adherencia pero el pie se me va. Nuevo intento sin colgarme y finalmente paso. Estoy ya saliendo, Ivan se ha acercado hasta el borde para así oirme mejor. Me indica por donde salir mejor hacia la derecha. Y hemos acabado. 

Por primera vez veo en vivo el desbarajuste de reuniones del bloque de arriba. Vamos recogiendo con calma. Hace calor, bastante calor. Echo un par de miradas interesadas hacia el Penalonga,… Con lo que acabo de ver ya son 3-4 actividades pendientes las que intuyo que se podrían hacer en estos “aburridos” Ancares. 

La R final en el el bloque. Spits y parabolts

En cuanto al material, llevábamos hasta un piolet para pinchar en la hierba si la cosa en la salida se ponía tensa. No lo usamos para nada. Pero bueno ahora que el piolet ya conoce bien el Mustallar… No podrá poner pegas si le toca venir a hacer el corredor del Calello.

Tampoco usamos los cuatro pitones que llevábamos. De los friends, unos 20 he de decir que sólo usamos uno para las reuniones, el Tótem negro en la primera reunión que monté yo. Así que ir tranquilos en este aspecto… Peeeerooo usamos todos los demás que llevábamos prácticamente. Dos juegos normales hasta el 2 repetidos. Llevamos además un 3 e incluso un 4 que usamos aunque los dos estamos de acuerdo en que no es estrictamente necesario. Iba también el Z4 verde y algún Alien. 

¡Esto se acabó!, recogiendo en Piornedo

Los fisureros dejarlos en casa… Otros que no tienen disculpa para meterse en el Calello ahora que lo conocen un poco. Cintas, llevar bien, entre lo que metes, que alguna vez hay que prolongar y tal, llevar unas 15. 

Y con esto hemos acabado, actividad disfrutona y altamente recomendable. Teniendo en cuenta además que se puede rapelar toda la vía, pues una seguridad más. Nosotros hemos disfrutado mucho. 

Y más que disfrutaremos por aquí en invierno... A ver si hay suerte y se dan las condiciones...Que en estos Ancares aburridos parece que se pueden hacer unas cosillas...