Ollos Verdes, Eume, Intento

La pared y el "Cielaso tropical"


Frase obligada de todo veterano que se precie, “la de veces que me he tenido que bajar de una vía”.  Si no empiezas una conversación metiendo esta frase no has llegado a la categoría de “batallas”. No recuerdo el haber tenido que retirarme, parecía que hasta ahora de una manera u otra íbamos sacando la cosa adelante. Que los accidentes se mantenían más bien en la categoría de incidentes, y que las condiciones nos respetaban. Bien, acabo de recordar al escribir lo de las “condiciones” de un martes de invierno, con Santi en la Ubiña pequeña… Pero esa es otra historia…


Al lío, revisión de previs, búsqueda de cómplices y fijar fecha. Según las primeras, parece que tendremos buenas condiciones para hacer la actividad a partir del mediodía. Las cómplices deciden que en vez de ir el martes acabemos probando el jueves… Se supone que no hará mucho calor. Hasta el día antes, las previs dan como máximo 21 grados y sol con nubes, además de viento fuerte del nordeste, que en el cañón no da mucho pero bueno…El mismo día por la mañana veo que para las tres de la tarde dan 23 grados, ummm…


La tarde antes Cris nos avisa de que al final no puede venir, así que quedamos dos, Sara y un servidor. Nos organizamos con el material, el resto de la logística y acabamos conviniendo en que llegaremos sobre las 2 al pie de vía. 


De camino está bastante cerrado, hay algún que otro claro, pero la temperatura que marca el coche, 18-19 grados nos da esperanzas. A medida que nos acercamos las nubes se van retirando. Empiezo a preocuparme pero no digo nada no vaya a ser que lo chafe. 


Vamos bajando hacia la presa por la sombra, pero entre los árboles asoma un cielo azul tropical, ¡hay que joderse!. Llevamos un verano en que se cuentan con los dedos de una mano cielos así y nos ha tenido que tocar hoy… Cuando llegamos al inicio de las escaleras la tragedia asoma. Hace calor, el cielo azul y lo que es viento, viento, no hace mucho. Vemos como una cordada está acabando la vía. ¡Unos inteligentes!.


Seguimos para abajo. Vamos esquivando senderistas, al llegar al lecho del río se nota la humedad y sudo y sudo. Caminando por el muro que a unos veinte metros del lecho ladea la pendiente llego a la conclusión de que no hay nada que hacer, que la he cagado estrepitosamente.


La razón por la que no he reculado es que el día anterior subí un rato al Carazo a hacer unas fotos. Daban unas condiciones muy parecidas a las de hoy. Pero lo que me sorprendió es que el viento era frío, con lo que con la camiseta que llevé hasta pasé algo de fresquito lo que me llevó  a pensar en que al día siguiente en el Eume estaríamos muy bien para escalar…


Una primera al lío



Pie de vía. Por aclamación popular decidimos que sale Sara en primero. Largo que no llega a 30 metros, V grado y a calentar. Después nos espera el largo de la vía, el del paso de 6A+. Sale, unos titubeos propiciados por el “frío” y sube para arriba merendándose el largo como si nada. Por el medio del largo comenta que la roca “arde”. 


El paso del primer largo, justo encima de las sombras, bien protegido

 
En la reu, la única que cataremos hoy


Mi turno, a pesar de haber visto a Sara sacar los pasos, titubeo, me meto en líos y acabo pidiendo “papas”, estoy frío, y no me entero de nada. No veo los pies, las manos van horribles, y miro y miro pero no veo… Y pienso en el largo de 6A+, mientras no me meneo en el V. 


"Il fenómeno" sudando tinta para sacar los pasos



Cuando salgo de las sombras de los árboles del pie de vía me doy de bruces con la realidad. El Sol aprieta, la roca arde. Voy arrastrándome como puedo por el largo y cuando quedan 5 metros para llegar a la reunión miro a Sara que sin darme tiempo a hablar me comenta que le sudan los pies. 


Todavía no hemos empezado a bajar...



Me miro el segundo largo. Marcas de magnesio de los de arriba. Sol, y granito al punto. La decisión está clara, por arriba nos espera un horno. Da rabia tener que tomar la decisión. Fantaseamos con la idea de hacer algún largo más, pero no tiene sentido. Toca bajarse.


El segundo largo, se supone que el paso está debajo del techito



Mientras preparamos el rapel oigo voces, miro alrededor y no veo a nadie, pienso en que serán senderistas por el cauce. Al cabo de unos minutos veo que una cuerda asoma por arriba. Son los de arriba que al final han bajado rapelando. 


Abandonando, y arriba los otros

Clo, clo, clo...



Ya todos en el pie de vía, les pregunto que por qué no han salido por arriba. Me dicen que lo han intentado, pero que no han podido. Con esta primavera de seis meses que hemos tenido se ha cerrado el sendero y no han sido capaces de pasar. Bueno, pienso que si venimos otra vez a hacer la vía ya tenemos algo de información interesante. Que dejaremos el coche al lado de la presa y nos ahorraremos un buen trecho de caminata. Aunque el subir las escaleras no nos lo quitará nadie.


Iba a contaros algo de los croquis, de las diferencias que hay, pero casi que lo dejo para cuando un día de estos consiga hacer esta vía que por el momento se ha descubierto como escurridiza. 


De vuelta por el sendero vemos otros pies de vía, imaginamos que uno es el de la Línea Blanca, de vuelta a casa confirmo que así es, en teoría la siguiente en la lista. Escaleras arriba vamos intentando cuadrar día la semana que viene para hacer Ollos Verdes. Estamos en el coche llegando a Ferrol y aún no lo tenemos muy claro. Nuestras agendas de ministros no lo ponen muy fácil… Si que es escurridiza la Ollos Verdes ésta…






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