A capricho de la Meteo

Desde el pie de vía

Así luce la pared al llegar

Sólo tengo disponible el domingo este fin de semana. Veo que el día es el sábado según las previs, pero es lo que hay. El domingo podría llover algo. A media semana imploro un apadrinamiento. Un par de insensatos se ofrecen amablemente a acogerme en su regazo el domingo. Hay otros que aparecen así de refilón… Y con estas llegamos al viernes por la noche, aviso a los primeros de que puede que les cornee de mala manera…El sábado se confirma la tragedia…No debe sentarles muy mal que no me dicen nada.

Últimos días de otoño, ya se notan los horarios de madrugador, me toca conducir con noche cerrada hasta pasado Lugo. Más de una hora. En este rato me ha caído algún que otro chaparrón que me ha obligado a bajar la velocidad a 90 por hora en la autovía. Se supone que voy a escalar en roca… Pero como ya me las he visto de todos los colores ni me preocupo.

Ni un rosa me da Lorenzo

Se intuye un crepúsculo gris, remolonea el Sol, y me tacañea los rojos, los amarillos y ya no digamos las nubes rosas del amanecer. Apenas me da una colección de grises. Ni se digna a aparecer entre las nubes. 

Cuando salgo de la A8 allí está ella. Dispuesta a guiarme una vez más serenamente entre valles, viaductos, montañas y laderas. Otra aventura en la que será esa integrante necesaria de la que nadie se acuerda. He pasado muchas horas en su asfalto.  

Con nostalgia pienso en lo poco que debería quedar para verme de nuevo camino de Villablino en pocos días o semanas con un objetivo diferente. El otoño se despide a lo grande, los naranjas se adueñan de las laderas de la carretera que serpentea juguetona con el Sil. 

Sigo sin preocuparme por la humedad del asfalto, se nota que ha llovido algo esta noche. Paso fugaz por Babia, más humedad. Veo primero La Ubiña pequeña y un poco después la sombra gris de la grande. ¡Cuántas ganas de verla de blanco y de nuevo perderme por sus paredes invernales!.

Éstos me llevan 10-15 minutos. Han pasado el sábado haciendo deportiva en Teverga, un sueñecito, una furgo hecha unos zorros y allí los tengo en el arrimadero de Peñas del Prado con las mochilas por hacer.

Visita al baño para algunos, otros se afanan con el material, yo ni me preocupo y espero pacientemente. Se intuye una pared algo húmeda así que sin prisas. Mientras éstos acaban con las mochilas nos ponemos al día y me cuentan sus peripecias de ayer. Parece que Teverga se puso hostil. 

No nos llega el material...

Aproximación con temas varios. Que si dietas, que si médicos, que si previs de Pirineos y posibles condiciones para algún conocido pico de por allí, y sin parecérnoslo han pasado cuarenta minutos cuando llegamos al pie de vía. Beni va a hacerse el primer largo en primero y es un largo totalmente nuevo, le toca apertura. Aprovechamos que se puede ir andando por el lateral para explicarle con calma por dónde va. Satisfecho Beni llega de nuevo al pie de vía.

Me fijo en como se prepara, como yo, friends grandes en el primer portamaterial de la izquierda, el resto en el otro lado. Cintas en bandolera unas, y otras recogidas en el arnés. Me olvidaba, algún friend colgando de la correa de la mochila como los buenos. 

Aprovecho para preguntar a los otros valientes qué cómo anda la cosa por el Fontún… Aquí parece que húmedo… Uno de ellos le echa valor y contesta que no se ha movido de casa… De la que me he librado…

Muy tranquilo y mejor que los que iremos por detrás en un rato negocia los primeros pasos y seguros. No se complica y como le indicamos desde abajo “por lo fácil, que esto es alpinismo, no deportiva”…

Primeros metros del día

Y otros tres momentos del primer largo

Unos diez minutos después grita reunión. Sale Javi, como es así… Se mete después del primer seguro por la placa recta a currarse un par de pasos de adherencia “divertidos”… Tan divertidos que para mi sorpresa veo como se cae… Tras unas risas sigue como si nada, ya por la izquierda…

Salgo, como me toca recoger todo, cuando voy por el segundo seguro como quien dice Javi ya está llegando a la reu. Ya me había comentado Javi que aunque la roca está seca tiene un deje de humedad… Compruebo en mis carnes que es así. Está algo rara. Con tiento voy resolviendo sin complicarme mucho. 

Reunión, traspaso de los poderes, y al lío. Viene un largo mantenido y de escalar. Primeros movimientos, chapa y a hacer el primer paso de V del día. Sale. Evito algunas cosillas mojadas, no húmedas y tiro hasta el pitón. Sigo por los agujeros y fisuras pasándomelo bien y flipando con los movimientos bonitos que salen hasta que llego a lo que sé que será el momento del largo. Una fisura de dedos se ciega en una placa tumbada en la que no hay nada. Dos chapas la protegen, pero lo más difícil está entre una chapa y otra… Me cuelgo un par de veces, no consigo  colocarme bien para hacer el paso que me va a permitir chapar la segunda. Fe, y hecho. 

Primeros metros del segundo largo

Otros dos momentos del segundo largo

Un segundo moviéndose bien en el segundo largo

El resto ya es más fácil pero hay que seguir escalando. Reunión, subo a estos. Veo que por la derecha mirando hacia abajo la cosa no va bien con la meteo. Mientras he hecho el largo he notado alguna que otra gota, pero lo que veo es negro… 

Que nos retiramos, todos bien abrigaditos

Hay acuerdo, que nos bajamos. El argumento principal es este… Si seguimos para arriba seguro que cae el diluvio… Y si nos bajamos saldrá el Sol… Dicho y hecho, cuando llego abajo brilla el Sol. Como conozco a Javi le propongo que se haga este segundo largo en primero y se baje rapelando, por que haga algo en primero hoy. Ni lo duda. Escala el largo por segunda vez con mucha soltura y disfrutando como un enano, a pesar de que no vaya “a vista” como me dijo antes de empezar. 

No es que haga calor precisamente el 1 de diciembre

Solazo cuando llega a la reunión, desde arriba nos lo recuerda. Miro a mi izquierda y le digo que se baje… Por debajo del claro azul se ven de nuevo nubes negras. Es bajarse y ya se ha cerrado, ha subido el viento y tenemos todos los boletos para mojarnos… 

Nos salvamos por los pelos, es llegar a los coches empezar a recoger y salta la lluvia, apuramos en meter todo en los coches y arrancamos. 

En la retirada...

Una hora después cuando llego a Ponferrada me incorporo a la A6. De nuevo me guiará con paciencia hasta casa. Otra aventura, pero por lo menos esta vez me he acordado de nombrarla.

¿Será esta la despedida de la roca por unos meses?…

El momento del engaño... Y por debajo del claro lo negro de nuevo